La Comisión Europea adoptó el 14 de julio un conjunto de propuestas para adaptar las políticas de la Unión Europea en materia de clima, energía, uso del suelo, transporte y fiscalidad para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) en al menos un 55% en 2030 en comparación a los niveles de 1990. En el sector del transporte, a partir de 2030 las emisiones de los vehículos nuevos tendrán que ser un 55% inferiores a las actuales. Y un 100% a partir de 2035, por lo que los motores de gasóleo, gasolina y gas (tanto el natural como el licuado de petróleo) dejarán ser incorporados en vehículos nuevos a partir de ese año.
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